La humedad en las paredes de casa es un problema muy común que afecta tanto a la estética como a la salud y al confort de los habitantes. Además, puede dañar la estructura de la vivienda y aumentar el consumo energético. Pero, ¿por qué se produce la humedad en las paredes y cómo podemos evitarla o solucionarla?

Se produce cuando el agua sube por los muros desde el subsuelo, aprovechando la porosidad de los materiales. Suele aparecer en las zonas bajas de las paredes, formando manchas oscuras y desconchando la pintura o el revestimiento. No depende del clima, sino de la calidad de la construcción y del nivel freático del terreno¹.

Se produce cuando el agua se cuela desde el exterior al interior de la vivienda, debido a grietas, fisuras o juntas en mal estado en las paredes. Suele aparecer en las zonas altas de las paredes o en los techos, formando manchas amarillentas o marrones. Depende de las condiciones climáticas, como la lluvia o la nieve.

Se produce cuando el vapor de agua que hay en el ambiente se condensa al entrar en contacto con superficies frías, como las paredes o los cristales. Suele aparecer en las zonas más húmedas y menos ventiladas de la casa, como el baño o la cocina, formando gotas de agua y moho. Depende de la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior de la vivienda y del nivel de humedad relativa del aire.

La humedad en las paredes no solo es un problema estético, sino que también puede afectar a la salud de las personas que viven en la casa. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la humedad favorece la aparición y proliferación de hongos, mohos y ácaros, que pueden causar o agravar enfermedades respiratorias como el asma, la bronquitis, la rinitis o la sinusitis³. Además, la humedad puede provocar malos olores, alergias, irritación en los ojos o en la garganta y dificultades para dormir.

Para evitar o solucionar la humedad en las paredes, lo primero que hay que hacer es identificar su causa y su tipo. Para ello, se recomienda consultar con un profesional que pueda valorar la situación y ofrecer las soluciones más adecuadas y eficaces. Algunas medidas generales que podemos tomar son:

Que puedan permitir el paso del agua desde el exterior al interior de la vivienda.

Con productos específicos que eviten la absorción del agua por capilaridad o por filtración.

Con materiales que reduzcan la pérdida de calor y eviten el choque térmico entre el interior y el exterior de la vivienda.

Para renovar el aire y eliminar el exceso de vapor de agua que se genera con las actividades cotidianas como cocinar, ducharse o secar la ropa.

Para reducir el nivel de humedad relativa del aire y evitar la condensación.

La humedad en las paredes es un problema que no debemos ignorar ni dejar pasar. Si queremos tener una casa sana, bonita y confortable, debemos actuar cuanto antes para eliminarla y prevenirla. Así podremos disfrutar de un ambiente más saludable y ahorrar dinero en reparaciones y en calefacción.